junio 08, 2010

Días de fútbol...!!!

(Quiero dedicar esta entrada a mi papá Román Herrera Martínez, quien esta cumpliendo años hoy y ha sido quien me ha inculcado el amor por este bello deporte)

El grupo argentino de rock Los Miserables tiene una canción llamada "El Crack", que en su primer párrafo dice lo siguiente: "Sueños de niñez convertir alguna vez un gol a estadio lleno, eludiendo al portero". Todos de niños hemos soñado con ser grandes futbolistas, reconocidos a nivel mundial, tal vez los mas viejitos hayan querido jugar en los equipos locales de los cuales son hinchas, hoy en día con la globalizacion de la información, la TV por cable y el internet los mas pequeños sueñan emulando a Messi o militando en algún club grande de Europa.

Cuando tenia 9 años y luego del mundial de USA 94, con mis amigos peleábamos por quien era Brasil, Italia, Suecia o Bulgaria, quienes fueron los 4 primeros puestos en este torneo, si eramos mas de 4, habia que encontrar algún histórico que estuviera a la altura, se despuntaban Alemania, Argentina o tal vez por sentido patrio alguien se pedía Colombia. Cuatro años despues y mas creciditos ya Suecia y Bulgaria desaparecían, Francia había encontrado un lugar entre nosotros, al igual que Inglaterra y Holanda.

Y obvio, uno va creciendo, pero los sueños no mueren, solo pocos llegan al profesionalismo, aun menos llegan a ser estrellas mundiales, pero no importa, el sueño se alimenta en cualquier potrero, en cualquier campeonato, con los amigos alrededor y con las ganas inconmensurables de hacer un buen papel.

No voy a decir mentiras, el fútbol en la practica no es lo mio, tal vez por eso quiero ser periodista deportivo, por esa frustración de ser torpe con el balón, nunca fui buen defensa, ponerme adelante era sinónimo de tirar afuera todos los goles posibles y como arquero en el colegio tuve un paso con más pena que gloria. Así que lo mio era el medio campo, por lo menos para estorbar al rival que llevaba el balón o solo para servir de apoyo a algún compañero.

Este fin de semana que pasó volví a ponerme unos guayos (cosa que había hecho solo un par de veces en mi vida, porque a los torpes nos toca jugar en tenis, comprar unos guayos es un gasto innecesario) y fui a jugar con varios amigos un campeonato de Fútbol 7. No hay que ser un genio para saber que me llevaron porque el equipo estaba incompleto, necesitaban llenar planilla y no había nadie mas por ahí.

Por cosas del destino irónico y paradójico la camiseta con la que jugariamos debia ser azul y como no quería llevar mis preciosas, queridas y cuidadas camisetas de Millonarios a que se me volvieran una nada en un barrial, opte por la única camiseta azul que me quedaba: Una camiseta que dice "France" y no tiene nada mas y nada menos que el numero 10 de mi ídolo, Zinedine Zidane, así pues, fui el "10" de mi equipo, pero solo en numero.

Comencé nervioso, lo admito, casi me bajan la cara en un salto por un balón de un codazo y termine "comiendome" el esférico en una jugada donde Mauro, uno de mis compañeros, rechazó el balón y me lo puso en todo el rostro.

Pero el orgullo y la gloria llegaron en el segundo tiempo, el equipo rival no temía por mi, así que me dejaban sin marca, y en una proyección como lateral derecho me fui al ataque, Fredy sostenía el balón mientras dos rivales lo presionaban, con su fuerza y habilidad no dejaba que se lo sacasen, Pedrito por la otra banda venia subiendo, marcado por otro rival, así que al verme subir solo por su lado diestro, Fredy no tuvo mas opción que entregármela, la recibí como todo un crack y a la salida del arquero la puse fuerte, arriba, esquinada, donde "las arañas tejen su red" como dirían los comentaristas deportivos. El esférico toco la red y salió inmediatamente, el arbitro hasta dudo del gol y lo pito solo cuando mis compañeros lo gritaron y salieron a felicitarme.

Es de no creer, vuelvo y lo digo, soy de lo mas torpe con el balón, pero esta me salió bien y por un momento me sentí Zidane por un día, sobre todo cuando al regresar a la mitad de la cancha el juez me pregunta por mi numero, y yo orgulloso le muestro el 10 de mi casaca.

El marcador lo voy a obviar, no importaba si ganábamos o perdíamos y no hubo copa, pero si varias cervezas luego del cotejo, se viene el mundial y muchos de nosotros veremos los partidos, soñando con estar dentro de la cancha, llevando los colores de nuestra selección o de algún equipo del cual simpaticemos. Mis compañeros me felicitaron varias veces pues no daban crédito a que hubiera sido yo el que marcó el primer tanto del equipo, y ya me invitaron a acompañarlos en el torneo y a seguir ayudando a que los sueños, así sean breves, se conviertan en realidad.

Así pues, fui Zidane por un día...!!!

Absalom Herrera Acero.

1 comentario:

  1. Asi, sin esperarlo, en ocaciones uno se sorprende de uno mismo, y es por eso que deberiamos, siempre, creer en nosotros mismos.

    Buena historia "Zidane"!

    Att: Tu mas grande admiradora "Yeya"

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