octubre 03, 2011

Que la suerte te acompañe


La semana pasada me invitaron cordialmente a ser parte de un especial sobre cábalas en el fútbol colombiano (ver video al final). Quienes hicieron este especial comentaban como en Colombia el esoterismo futbolero y la suerte balompédica era un 'cultura' corta en comparación a potencias en este deporte como Argentina o Brasil.

Y si bien es cierto estas naciones viven y mueren alrededor del fútbol, en Colombia no somos ajenos a buscar en fuerzas ocultas y del más allá una ayuda extra para que el equipo de nuestros amores gane. Basta con la primera cábala de todas y es la ayuda religiosa. Dios no juega al fútbol (y no, Maradona no es dios) y más allá de las diferentes religiones y cultos que se profesan en este país, el deporte es una cuestión y una actividad puramente humana.

Persignarse, rezar, orar, prometer ayudar al prójimo, arrodillarse son acciones comunes durante un partido, ya sea en las tribunas o frente al TV. Yo lo hago: la bendición en el pitazo inicial de cada tiempo en un juego de Millonarios o de la Selección es fundamental para la victoria. Paradójicamente no soy católico.

El cigarrillo, la camiseta, los interiores, la ropa, entrar con el pie derecho a la cancha, la familia, una canción, una ruta de bus, etc. Miles y miles de cosas, objetos y acciones pueden volverse cábalas. Como aquel amigo mio que no duerme con su mujer la noche antes del juego, por temor a que su equipo pierda. O está aquel otro que debe llegar siempre enguayabado al estadio, pues si llega en buen estado se corre el riesgo de la derrota.

Algunos, un poco mas obsesivos, no pueden escuchar alguna canción el día del juego, no toman antes ni durante el compromiso, se encierran en casa y solo salen para ir al estadio, van a alguna ceremonia religiosa y piden por la victoria.

Somos millones y millones los que vivimos esta pasión, el fútbol es la religión con más adeptos en el planeta. Dios es redondo diría Juan Villoro y a la hora de algún encuentro decisivo, de superar y humillar al rival y de irnos a casa felices luego de 90 minutos, todo es valedero, así quien no entienda está pasión no crea locos.


Absalom Herrera Acero
Twitter: @AbsalomHerreraA