Año nuevo, vida nueva, torneo nuevo. Cada enero de cada año, los hinchas de todos los equipos del rentado colombiano se ilusionan con que "este año si va a ser, seremos campeones" y detallan con lupa en mano a los refuerzos de cada uno de los equipos de los cuales son seguidores.
Y en el reencauche en el que se ha convertido el futbol colombiano con los "vaivenes" de jugadores de toda índole y calidad, el humo se empieza a vender a la prensa y al público en general como pan caliente.
Frases como "vengo a un equipo grande, con ganas de ser campeón, porque la hinchada se lo merece", del talante de "vengo a aportar mi granito de arena, esperemos un buen final por el bien del equipo y la afición", o la clásica "yo no me siento figura, esto es un colectivo y el bien del equipo es el bien de todos", se dejan ver y oir en todos los medios de comunicación y el hincha, esperanzado como siempre en una estrella, compra el humo, cegado por la ilusion y el hambre de gloria.
No me malinterpreten, es un mal (o bien, no sabria decirse) de todos los jugadores en el mundo, y obvio no llegarán a sus nuevos equipos diciendo cosas como "no, pues yo se que este es un equipo chico, que la única figura soy yo y la verdad me trajeron porque cobro barato y estoy en el final de mi carrera"; pero son unas frases tan libreteadas, tan trajinadas, que me sorprende como aun el hincha alimenta aun más ese deseo de campeonato con las palabras y frases infladas.
Creo que la mejor manera en que un refuerzo demuestre realmente lo que vale, es en la cancha, no en los medios. De nada sirve hablar y hablar si los actos no lo demuestran, más cuando se llega a un equipo histórico y la falta de un campeonato no permite errores, pues la prensa y los hinchas se comen vivo al que sea.
Esperemos que los refuerzos de cada uno de los clubes de la liga colombiana demuestren de que están hechos y aporten al desarrollo del juego en nuestro país, no solo que vengan a cobrar o simplemente a pasar sus últimos días como jugadores cerca de la familia, pues se cansaron en el exterior. Y eso va no solo para los nacionales, tambien para los extranjeros, y por favor: Dejen de vender humo !!!.
Y en el reencauche en el que se ha convertido el futbol colombiano con los "vaivenes" de jugadores de toda índole y calidad, el humo se empieza a vender a la prensa y al público en general como pan caliente.
Frases como "vengo a un equipo grande, con ganas de ser campeón, porque la hinchada se lo merece", del talante de "vengo a aportar mi granito de arena, esperemos un buen final por el bien del equipo y la afición", o la clásica "yo no me siento figura, esto es un colectivo y el bien del equipo es el bien de todos", se dejan ver y oir en todos los medios de comunicación y el hincha, esperanzado como siempre en una estrella, compra el humo, cegado por la ilusion y el hambre de gloria.
No me malinterpreten, es un mal (o bien, no sabria decirse) de todos los jugadores en el mundo, y obvio no llegarán a sus nuevos equipos diciendo cosas como "no, pues yo se que este es un equipo chico, que la única figura soy yo y la verdad me trajeron porque cobro barato y estoy en el final de mi carrera"; pero son unas frases tan libreteadas, tan trajinadas, que me sorprende como aun el hincha alimenta aun más ese deseo de campeonato con las palabras y frases infladas.
Creo que la mejor manera en que un refuerzo demuestre realmente lo que vale, es en la cancha, no en los medios. De nada sirve hablar y hablar si los actos no lo demuestran, más cuando se llega a un equipo histórico y la falta de un campeonato no permite errores, pues la prensa y los hinchas se comen vivo al que sea.
Esperemos que los refuerzos de cada uno de los clubes de la liga colombiana demuestren de que están hechos y aporten al desarrollo del juego en nuestro país, no solo que vengan a cobrar o simplemente a pasar sus últimos días como jugadores cerca de la familia, pues se cansaron en el exterior. Y eso va no solo para los nacionales, tambien para los extranjeros, y por favor: Dejen de vender humo !!!.
Absalom Herrera Acero
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