¿Es el alcohol 
y el fútbol amigos o enemigos?, es la eterna pregunta que desde los inicios del balompié moderno se hace el planeta entero en torno a las actitudes de los jugadores profesionales por fuera del terreno de juego y de sus entrenamientos.
¿Porque el futbolista no puede tener una vida normal y momentos de esparcimiento?, ¿el alcohol realmente afecta el desempeño de un jugador?, ¿acaso estrellas de la talla de George Best, Garrincha, Ariel Ortega, Romario, Ronaldo o Wayne Rooney a pesar de su conocida aficion por el alcohol, no son figuras de renombre dentro del deporte?.
Luego de las imágenes que se hicieron publicas de dos jugadores del Junior de Barranquilla en una fiesta en esta ciudad de la Costa Caribe del país y de la decisión de su D.T. de utilizar de ahora en adelante un alcoholímetro para los entrenamientos, se revive la siempre acalorada discusión sobre la vida privada del jugador y la incidencia de esta en su rendimiento deportivo.
Como pedirle a un jugador que no se deje tentar por el alcohol cuando en todo el globo los equipos de fútbol están patrocinados por empresas cerveceras y estas no has vendido la idea de que un partido de fútbol no se disfruta igual sin una "agria" bien fría al lado. Pero esto va mas allá del hincha, ¿es el jugador culpable de quererse distraer luego de extenuantes jornadas de entrenamiento, de largas concentraciones, de no ver a su familia por días enteros, de querer tomarse unos tragos como cualquier mortal?.
Garrincha, uno de los máximos ídolos en la historia del fútbol brasileño fue un jugador muy desorganizado con su vida, al igual que George Best, del cual son estas palabras: "Derroché un montón de dinero que gané en alcohol, mujeres y automóviles. El resto lo malgasté.", pero fueron y son aun hoy en día máximas figuras en la historia, (Garrincha consiguió dos títulos mundiales 58 y 62) y su vida llena de fiestas y excesos no les impidió demostrar que el fútbol lo tenían en la sangre.
Por mi parte pienso que si las salidas no afectan en nada el rendimiento deportivo del jugador, este no debe ser juzgado por lo que hace fuera de la cancha, sino por lo que hace adentro, que es para lo cual se le paga, si es o no una figura publica y debe dar ejemplo o no, es otra discusión, aunque valga la pena mostrar el ejemplo Maradona, odiado por muchos, amado por montones mas, porque como diría Calamaro él "no es una persona cualquiera".
Amanecerá y veremos que pasa con los controles de Umaña, con los patrocinios cada vez mas grandes de cerveceras en el fútbol, con la vida privada de los jugadores, solo una cosa es cierta, no podemos endiosarlos como figuras y deidades, y después condenarlos por darnos cuenta de que son completamente humanos.
Absalom Herrera Acero.
y el fútbol amigos o enemigos?, es la eterna pregunta que desde los inicios del balompié moderno se hace el planeta entero en torno a las actitudes de los jugadores profesionales por fuera del terreno de juego y de sus entrenamientos.¿Porque el futbolista no puede tener una vida normal y momentos de esparcimiento?, ¿el alcohol realmente afecta el desempeño de un jugador?, ¿acaso estrellas de la talla de George Best, Garrincha, Ariel Ortega, Romario, Ronaldo o Wayne Rooney a pesar de su conocida aficion por el alcohol, no son figuras de renombre dentro del deporte?.
Luego de las imágenes que se hicieron publicas de dos jugadores del Junior de Barranquilla en una fiesta en esta ciudad de la Costa Caribe del país y de la decisión de su D.T. de utilizar de ahora en adelante un alcoholímetro para los entrenamientos, se revive la siempre acalorada discusión sobre la vida privada del jugador y la incidencia de esta en su rendimiento deportivo.
Como pedirle a un jugador que no se deje tentar por el alcohol cuando en todo el globo los equipos de fútbol están patrocinados por empresas cerveceras y estas no has vendido la idea de que un partido de fútbol no se disfruta igual sin una "agria" bien fría al lado. Pero esto va mas allá del hincha, ¿es el jugador culpable de quererse distraer luego de extenuantes jornadas de entrenamiento, de largas concentraciones, de no ver a su familia por días enteros, de querer tomarse unos tragos como cualquier mortal?.
Garrincha, uno de los máximos ídolos en la historia del fútbol brasileño fue un jugador muy desorganizado con su vida, al igual que George Best, del cual son estas palabras: "Derroché un montón de dinero que gané en alcohol, mujeres y automóviles. El resto lo malgasté.", pero fueron y son aun hoy en día máximas figuras en la historia, (Garrincha consiguió dos títulos mundiales 58 y 62) y su vida llena de fiestas y excesos no les impidió demostrar que el fútbol lo tenían en la sangre.
Por mi parte pienso que si las salidas no afectan en nada el rendimiento deportivo del jugador, este no debe ser juzgado por lo que hace fuera de la cancha, sino por lo que hace adentro, que es para lo cual se le paga, si es o no una figura publica y debe dar ejemplo o no, es otra discusión, aunque valga la pena mostrar el ejemplo Maradona, odiado por muchos, amado por montones mas, porque como diría Calamaro él "no es una persona cualquiera".
Amanecerá y veremos que pasa con los controles de Umaña, con los patrocinios cada vez mas grandes de cerveceras en el fútbol, con la vida privada de los jugadores, solo una cosa es cierta, no podemos endiosarlos como figuras y deidades, y después condenarlos por darnos cuenta de que son completamente humanos.
Absalom Herrera Acero.
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